domingo, 25 de mayo de 2014
lunes, 12 de mayo de 2014
Los jardineros de Zaragoza
LA HIJA DEL JARDINERO
He de reconocer que, a veces,
no entiendo a mi padre. Será normal supongo, dada la edad que tengo –catorce
años son muchos años-. Dependiendo del momento creo que es un friki o una
excepción en este mundo loco. Cuando se lo digo, él me dice que en todo caso es
un “multifriki”. Dice que nos va bien, comparado con lo mal que lo están
pasando otras personas, pero no es conformado. “Se me haría difícil vivir si,
en el futuro, me reprocharas que había sido un pasota; no podré arreglar el
mundo pero que no quede por mí” - me dice.
A
menudo habla de la pasividad con la reforma laboral: “Llamaríamos a la policía
y nos pondríamos como fieras si intentaran robarnos en casa y, sin embargo, nos
quitan dinero de la nómina y los trabajadores ni nos inmutamos” -refunfuña.
También habla de lo harto que está de los políticos –a pesar de que dice que
son personas como los fontaneros, albañiles o abogados y que no todos son
iguales–. Noto cómo quiere convencerme de la utilidad de la política, aunque
sea otra política diferente a la actual.
No
siempre pero a veces sí me habla de su trabajo. Ahora me comenta las medidas de
protesta a las que va, puesto que está en huelga. Yo también voy, siempre que
puedo, con mi camiseta amarilla.
La cosa viene porque la gran
empresa para la que trabaja le ha recortado derechos y sueldo después de años
de esfuerzo y reivindicaciones. Me habla de millones de euros anuales que
quieren conseguir los directivos de la empresa; a costa del ayuntamiento o de
las nóminas de los trabajadores –o de ambos–. Yo le pregunto si antes trabajaba
más y ahora menos y por eso le descuentan dinero o si la empresa tiene menos
actividad. Él me dice que, a diferencia de otras empresas, ésta no se basa en
la productividad.
Me explica que a la empresa le han concedido de
nuevo la contrata –así la llama él– para cuidar las zonas verdes de la ciudad;
sabía lo que ganaban mi padre y sus compañeros y, pese a ello, les quitan dinero
porque quieren obtener los beneficios a costa de quien sea. Y también me dice
que el ayuntamiento es responsable porque dedica poco presupuesto para la
cantidad de zona verde que hay en la ciudad y no se atreve o no quiere
gestionar los parques directamente.
Yo
intento escucharle aunque no comprendo del todo algunas cosas, pocas. Y más
vale no preguntar porque entonces me hace una presentación con PowerPoint y
todo.
Aunque me queden cosas por entender, intuyo
que mi padre tiene razón. ¿Por qué la empresa coge algo que no puede mantener?
¿Cómo es que el ayuntamiento no actúa ante la situación de los jardineros?
¿Acaso no es el que tiene que decidir cómo se cuidan los parques?
Viendo
lo bien que les va a los jefes y a los políticos voy a decirle que quiero
estudiar Dirección de Empresas o Ciencias Políticas. Él me dirá que prefiere
algo relacionado con humanidades o arte. Lo dicho: a veces no entiendo a mi
padre.
Carta publicada en arainfo.org
sábado, 10 de mayo de 2014
Nuevo disco de Ángel Petisme
http://youtu.be/Yef5bmTZ8CA
Se puede comprar el disco en La Pantera Rossa
C/ San Vicente de Paúl, 28. Zaragoza
Y en http://www.desacordeediciones.com/%C3%A1ngel-petisme
Se puede comprar el disco en La Pantera Rossa
C/ San Vicente de Paúl, 28. Zaragoza
Y en http://www.desacordeediciones.com/%C3%A1ngel-petisme
viernes, 9 de mayo de 2014
Grupo jardíneo
JARDINEROS
EN LUCHA
Sesenta jardineros
donando sangre. Un acto de solidaridad que han llevado a cabo antes de “que sea
Belloch quien les chupe la sangre”, dicen. Están en lucha, FCC los quiere “desangrar”
con la reducción de su sueldo en 300 euros.
Gracias a los
jardineros por su donación, pero también porque son un ejemplo para muchos
trabajadores. Algunos creen que la lucha de clases hoy no tiene sentido, pero
nada más lejos de la realidad. Ante una pérdida de derechos de semejante
calibre no queda más remedio que hacerlo. Luchar unidos, como hacen ellos, el
cien por cien de la plantilla mantiene la huelga desde hace quince días, con la
dignidad por bandera.
Que los políticos no
miren para otro lado, no es solo un problema laboral, porque es dinero público
el que se ha pagado a la empresa, que tiene una tibia voluntad de negociar y no
cumple con lo acordado en la contrata. ¿Se le sigue abonando un servicio que no
hace? ¿Cómo permite un consistorio de mayoría socialista esta conducta? No
quiero que el dinero que pago en mis impuestos sea cómplice de esta jugarreta.
A la empresa le diría
que no es buena una estrategia de querer ganar a costa de sus empleados. Al
final perder un poco también es ganar, sobre todo si desea recuperar su imagen
ante los zaragozanos.
Al equipo de gobierno
municipal le pido que medie, es su responsabilidad que el dinero no se
derroche.
Y a los jardineros les
ingresaré un dinerillo en su caja de resistencia para que se compren un bocata
que les ayude a recuperarse pronto de la “sangría”.
Mercedes Lafuente Gracia. (Carta publicada en Heraldo de Aragón)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)