Dicen que
varios periodistas, entre ellos Ernest Hemingway, fueron citados por Mussolini
para concederles una entrevista y le encontraron absorto leyendo un libro. Hemingway se acercó de puntillas por detrás y
vio al Duce leyendo un diccionario Francés-Inglés al
revés.
Sabemos que el
fundador del fascismo sabía leer puesto que colaboró con periódicos de marcada
ideología socialista y llegó a defender con sus escritos el anarquismo
revolucionario. Menuda
transformación la del muchacho. Desconocemos sus lecturas, así como el
esfuerzo de su cerebro para interpretarlas; pero sabiendo las decisiones
tomadas hasta su muerte no parece que dicho órgano se tomara muy en serio el
procesamiento. Es importante lo que se lee,
pero no lo es menos qué se hace con lo que se lee.
Por tanto, ya
sabemos que los fascistas pueden pertenecer o no a esa estadística que nos dice
que casi
el 40% de los españoles no leen ningún libro al año.
Humildemente
me permito iniciar unas recomendaciones para intentar frenar el aumento de fascistas. Digamos que la lectura no garantiza no ser un
autoritario, pero cierta lectura en cierto cerebro quizá lo haga un poco más
difícil. De eso se trata, ya que un totalitario,
con aires de grandeza y afianzado egoísmo, es complicado que deje de serlo
aunque se lea las obras completas de los firmantes de la Alianza
de Escritores Antifascistas para la Defensa de la Cultura, por poner
un ejemplo.
He de decir
que las obras recomendadas no tienen por qué ser ensayos sobre el fascismo o
novelas relacionadas con él. Son escritos que contribuyen a tener un poco más
de humanidad. O sea, todo lo contrario al fascismo. Dependiendo, eso sí, de
cómo se lean y de cómo sean los prejuicios del lector el resultado será más o
menos satisfactorio. Sería de agradecer la compra de dichas obras, cuando sea
posible, para animar a los autores a seguir escribiendo, en el caso de que aún
sigan vivos, claro. Un grano no hace granero, pero…
Algunas
recomendaciones irán acompañadas de la reseña y de información sobre críticas o
entrevistas relacionadas con el libro o escritos.
Resulta totalmente desaconsejable, aunque no
se recomiende ningún diccionario, leer los libros al revés.
LECTURAS ANTI-FASCISTAS (I)
Biografía del autor
Joaquín Berges
(Zaragoza, 1965) es licenciado en filología hispánica por la universidad de su
ciudad. Se dio a conocer con El club de los estrellados (Premio a la Mejor
Ópera Prima en el Festival du Premier Roman de Chambéry y Nuevo Talento FNAC),
a la que siguieron Vive como puedas, Un estado del malestar, La línea invisible
del horizonte, Nadie es perfecto y Una sola palabra. En 2015 recibió el Premio
Artes&Letras del Heraldo de Aragón.
Reseña del editor
Jota observa los
camiones que entran y salen del mercado de frutas y verduras donde ha trabajado
hasta su jubilación cuando, de pronto, sin comunicárselo a nadie, sube a uno de
ellos en dirección a la frontera francesa. Va en busca de la tumba de Albert
Ingham, un soldado británico que, con su amigo Alfred, combatió en la batalla
del Somme, en 1916. Ambos vivieron juntos los horrores de la guerra y así es
como fueron enterrados, el uno al lado del otro en un pequeño cementerio del
norte de Francia; en la tumba de Albert Ingham figuran unas enigmáticas
palabras que su padre ordenó inscribir al enterarse de las circunstancias en
que había muerto su hijo. Jota viaja hasta allí guiado por el eco de esas
palabras. En el trayecto, va leyendo las cartas que Albert envió a su
progenitor, un testimonio desgarrador sobre la desolación de las trincheras
salpicado de versos que escribieron los poetas de la guerra.
Arrastrado por esa historia de hace cien años, Jota revive la relación que mantuvo con su propio padre y el desmoronamiento familiar que causó la extraña enfermedad de su madre.
Arrastrado por esa historia de hace cien años, Jota revive la relación que mantuvo con su propio padre y el desmoronamiento familiar que causó la extraña enfermedad de su madre.