Se pueden dar por sentadas ciertas cosas, pero al menos no con mi consentimiento, podríamos decir. La ultraderecha ya está blanqueada, tanto que ya está gobernando en una Comunidad Autónoma. Y para que ello se haya producido han sido cómplices los votantes, por supuesto, pero también los medios de comunicación y la indiferencia de muchos ciudadanos. Esa misma indiferencia y pleitesía que ha hecho que el emérito se pasee por esta patria con la cabeza alta y “sacando pecho”. Patria de pandereta, se dice. Yo, particularmente, le tengo mucho respeto a la pandereta.