NECESITO UN PAÍS
Al
escuchar una recomendación del amigo Manuel -una canción de Marwan-, me ha
dado que pensar si podría ser posible el país que necesita el cantautor en su
canción. “Un país que te empuja a que cumplas tus sueños, sin señores que
piensen que son nuestros dueños. Un país para todos que piense en la gente y
que olvide los ceros que hay en su cuenta corriente”.
Con
la campaña electoral terminando, los debates realizados, las cosas que se escuchan
en los mítines y lo que circula por las redes mucho me temo que ese país de
Marwan tendrá que esperar. No sabemos hasta cuándo, pero podría ocurrir que,
después del 28-A, todavía estuviese más difícil la cosa. Que ya es decir.
A
veces se nos olvida que los políticos son como un espejo de lo que nosotros
somos. Es doloroso y no lo aceptamos porque creemos que delegando en ellos
resolverán nuestros problemas y harán mejorar nuestra situación personal. Hay
quien cree que elige con su voto la pistola más larga para así creerse más
defendido.
Pero
aun dando por hecho que la política no es una actividad plutoniana y, por
tanto, la realizan seres humanos semejantes a nosotros, no es lo mismo votar a
una opción política que a otra. Aquí la relativización no sirve. Si fuese
verdad que todos políticos y todas opciones son iguales nos quedábamos en
casita y listo. Pero convendría que supieran los indecisos que la abstención, tan
democrática como otras papeletas, influye y también es hacer política. Lo que
ocurre es que son otros los que deciden por ti.
“Necesito
un país que se arranque la tristeza, gente buena porque sí, corazón en la
cabeza. Algo menos de rencor, algo de delicadeza”.
Bonitos
versos de Marwan. Quizá no sea tan difícil, quizá haya que votar a la opción
que más se acerque a esta idea de país.