LA FRONTERA DE CARLOS: 2015

En 2003 el “¡No a la guerra!” era casi unánime por parte de todos los ciudadanos. Exceptuando a la derecha parlamentaria y algunos de sus votantes. Ahora se plantean la colaboración militar española hasta personas poco sospechosas de ser de derechas. ¿De verdad creen que bombardeando (aunque digan que sólo se haría a las bases militares) se va a terminar con el terrorismo? ¿Cuál es la procedencia de las armas que se destruirían en dichas bases? ¿Quién ha vendido y sigue vendiendo armas a las partes implicadas en las guerras? ¿Quién genera los conflictos y quién se beneficia de ellos? ¿Qué produce el desapego de jóvenes nacidos en Europa para que se enrolen en organizaciones terroristas? Busquemos respuestas a estas y otras preguntas antes de combatir la violencia con violencia ¿Tanto ha cambiado el mundo en estos años como para que los que antes eran considerados sensatos, por estar en contra de la guerra, ahora se les acuse de estar inmersos en un buenismo retrógrado?