miércoles, 30 de enero de 2008

Control

El poder siempre ha intentado controlar mediante la información y la comunicación. Tiene miedo a la libertad y autonomía de las personas. El pensamiento controlado y dirigido es útil para sus intereses.
Dos compañeros míos han sido expedientados. A uno de ellos por escribir una carta al director publicada en el diario 20 minutos y en Heraldo de Aragón exponiendo las carencias y dificultades para realizar el trabajo, y a otro le han abierto un expediente sancionador por expresar sus opiniones en su blog y por no instrumentar ningún sistema de censura para los comentarios recibidos en el mismo.
Los directivos de la empresa en la que trabajo prefieren intimidar a sus trabajadores en vez de escucharles. Desde luego no piensan como Voltaire cuando escribió: “Yo no estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero me pelearía para que usted pudiera decirlo”. Parece que opinan “Yo no estoy de acuerdo con lo que usted dice, y además voy a pelear para que usted no pueda decirlo”.

jueves, 17 de enero de 2008

Poesía.

Cuando tengas ganas de morirte
esconde la cabeza bajo la almohada
y cuenta cuatro mil borregos.
Quédate dos días sin comer
y verás qué hermosa es la vida:
carne, frijoles, pan.
Quédate sin mujer: verás.

Cuando tengas ganas de morirte
no alborotes tanto: muérete
y ya.


JAIME SABINES

Rendición.

En la película Entre copas, Maya (Virginia Madsen) escribe en una carta dirigida a Miles Raymond (Paul Giamatti): “No te rindas Miles, sigue escribiendo”.
En la vida hay que hacer un continuo esfuerzo para no rendirse.
Y en ese esfuerzo, que supone negarse a la rendición, se van yendo las energías que permitirían vivir más intensamente.

viernes, 11 de enero de 2008

A mi amigo

Recibes una noticia mala y, a partir de ese momento, ya no serás nunca el mismo que habías sido hasta entonces. Aunque luego recibas una buena, como va a ser en este caso, y se pase el susto. Supongo que eso es lo que se llama adquirir experiencia en la vida.
Tengo a un amigo enfermo. Y digo tengo porque los amigos se tienen, nadie nos los impone y si son como éste hay que agarrarse a él como una lapa.
Este amigo mío no tiene nada especial. No tiene una casa en un lugar paradisíaco donde presuma de hacer unas buenas barbacoas en el jardín, no tiene un coche último modelo que te lleve al fin del mundo, no tiene un móvil de última generación ni tiene la pretensión de impresionar por lo que es o por lo que no es.
¿Qué tiene este hombre al cual admiro, yo que soy tan poco dado a la idealización? Cercanía. De los seres que conozco pocos como él me muestran esa proximidad que te hace sentir cómodo y, sobre todo, apreciado. No creo haya en el mundo un placer semejante.
La mala noticia no tiene compensación. La asumimos como podemos y adquirimos experiencia de ello. La buena, sin embargo, nos produce satisfacción y más si la celebramos en una buena compañía y catando un buen vino.
Pues eso haremos, amigo.

A mi madre.

GALERIAS Poema LXXXVI

Eran ayer mis dolores
como gusanos de seda
que iban labrando capullos;
hoy son mariposas negras.
¡Dé cuántas flores amargas
he sacado blanca cera!
¡Oh tiempo en que mis pesares
trabajaban como abejas!
Hoy son como avenas locas,
o cizaña en sementera,
como tizón en espiga,
como carcoma en madera.
¡Oh tiempo en que mis dolores
tenían lágrimas buenas,
y eran como agua de noria
que va regando una huerta!
Hoy son agua de torrente
que arranca el limo a la tierra.
Dolores que ayer hicieron
de mi corazón colmena,
hoy tratan mi corazón
como a una muralla vieja:
quieren derribarlo, y pronto,
al golpe de la piqueta.

Antonio Machado

martes, 8 de enero de 2008

Opinión de José Abad a El País digital.

“No se puede colaborar con el mal”, ha dicho el arzobispo de Toledo. Tiene razón, y nosotros además hasta lo financiamos. Una institución que excluye a las mujeres, discrimina a ciudadanos por su elección sexual, emite juicios para que se incumplan leyes democráticamente creadas y condena el uso del preservativo obstaculizando el control del sida. La religión en las iglesias, que se autofinancien y ya vale de impedir salir de tan nefasto club. ¡Apostasía directa de una vez!
José Abad.


Si sigue por ese camino el autor de la reflexión, las autoridades eclesiásticas le aplicarán lo que exige San Pablo a los corintios “¡echad de entre vosotros al malvado!” (I Cor 5, 13).
O bien la excomunión latae sententiae: el delicuente se enjuicia con su acto delictivo, no es necesaria la declaración de la legítima autoridad para estar obligado a cumplir la pena.
Pobre alma descarriada, si sabrá él lo que se le espera en un mundo sin referencias morales, sin esas personas que te encaminan hacia la bondad y la igualdad (homosexuales incluídos), y donde hay un espacio para el disfrute de lo bueno que la vida tiene (empleando preservativos si se quiere evitar enfermedades o embarazos no deseados).
Y es que no quiere la salvación eterna, el incauto. Si sólo hay que seguir lo que dicen los salvadores de almas a la deriva, hombre. Bueno, hay que pagar un precio, de acuerdo, pero no pasa nada por reprimirse toda una vida, ya nos vendrá la otra y nos desquitaremos de esta que nos ofrecen: prohibitiva, amputada, resignada y conformista. Que aquí hemos venido a sufrir, hombre de dios. Paciencia.
Pero en fin, allá él si quiere apartarse del camino adecuado.
Tan sólo espero que cuando lo haga definitivamente, o sea, cuando le den de baja oficialmente en el club, me diga como lo consiguió. Quizá yo también esté dispuesto a correr el riesgo de sufrir en ese infierno que ellos ya no creen.