UGT y la huelga de Parques y Jardines
Es triste y desalentador. Más de doscientos
trabajadores entonando cánticos, en la puerta de la sede de un sindicato, en
contra de los supuestamente defensores de dichos trabajadores. Es una sensación
amarga y dolorosa, aunque no se pertenezca a dicha organización sindical. Sin
los sindicatos el trabajador está muerto, laboralmente hablando. Es una
realidad. Son los interlocutores válidos cuando hay cualquier negociación;
nada, absolutamente nada, pasa sin la aprobación de los sindicatos. Prejubilaciones,
ERES, convenios, pactos…, es la única comunicación con la patronal. Y si no es
así, pónganse a temblar los carentes de representación sindical. Claro que es
mejorable y criticable cualquier labor, pero los sindicatos mayoritarios son el
reflejo de la sociedad y sin ellos el panorama no sería mejor. Y esto lo deberían
saber hasta los representantes de los sindicatos minoritarios. Porque una cosa
es querer cambiar las cosas y otra destruir las existentes. Dejando un hueco
vacío mientras tanto.
Entonces, ¿por qué en el conflicto de
Parques y Jardines, UGT está siendo criticada por los jardineros en lucha? Pues
porque los delegados son encargados y mandos intermedios, o sea, puestos de
confianza de la empresa. Y la empresa pone como condición en la negociación del
convenio, que se refleje la consolidación de las contribuciones cobradas durante
años ajenas al pacto laboral ¿Ahora se entiende un poco mejor? Y, ¿es legítima
la petición de dichos mandos intermedios de consolidar la parte extra pactada
entre ellos y la empresa, reflejándolo en el próximo convenio? Pues
probablemente sí, pero si para conseguirlo, la empresa, lo emplea como
intercambio en una negociación, siendo condición para avanzar en la misma, estarán
de acuerdo conmigo en lo anómalo de la situación. No ponen no, los
representantes empresariales, tanto empeño en que las jardineras recuperen el
poder adquisitivo.
¿Este dinero, que hasta ahora pagaba la
empresa a los encargados y demás puestos técnicos, de dónde saldría si se introduce
en el nuevo convenio? Pues efectivamente, al estar integrado dicho convenio en
los nuevos pliegos de condiciones, saldría de las arcas públicas. Es decir,
además de beneficiarse del aumento salarial propiciado tras el conflicto, se
incrementaría esa subida a la parte consolidada. Y todo esto lo consiguen
beneficiándose de una huelga que no hacen ellos.
Así pues, la connivencia entre
empresa y UGT no es sospechosa, es evidente. De ahí el enfado de la plantilla
huelguista. ¡Ay! Más de un mes de huelga y lo que te rondaré morena…, o rubio;
y un sindicato, supuesto defensor de los trabajadores, al ladico de la patronal
contribuyendo a alargar un conflicto ya, de por sí, largo ¿A que es como para
estar triste y desalentado?