Aspirar a mejorar las condiciones de trabajo supone aguantar
las críticas de los trabajadores que las tienen peores y la presión de los directivos
de grandes empresas y empresarios que quieren que no mejoren.
¿Dónde se creen los trabajadores que estarían si siempre hubiesen
cedido a la presión? ¿Trabajando veinte horas y por la comida?
¿Creen los empresarios que tendrían lo que tienen sin los
derechos y el tiempo libre de los trabajadores? ¿De dónde creen que salen sus
beneficios sino del consumo que producen estos trabajadores?
Las generaciones anteriores consiguieron los derechos con
esfuerzo. Nada les fue concedido gratis. Las generaciones actuales están
permitiendo que estos derechos desaparezcan.
Tal y como planteamos la sociedad: ¿Puede mantenerse un
sistema dónde no se pueda aspirar a más e incluso conformarse con menos?
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