Cuántas veces precisamos la vida entera para cambiar de vida, lo
pensamos tanto, tomamos impulso y vacilamos, después volvemos al
principio, pensamos y pensamos, nos movemos en los carriles del tiempo
con un movimiento circular, como los remolinos que atraviesan los campos
levantando polvo, hojas secas, insignificancias, que a más no llegan
sus fuerzas, mejor sería que viviéramos en tierra de tifones. Otras
veces es una palabra cuanto basta.
José Saramago.
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