miércoles, 10 de septiembre de 2008

Síndrome postvacacional.

Cuando llego a casa después de pasar las vacaciones, miro el buzón con la esperanza de no encontrar absolutamente nada; ninguna factura, ningún extracto bancario que anime a la represión económica doméstica, ninguna revista de vinos que incite a comprar para llevar mejor la vuelta al trabajo y, por supuesto, lo que menos deseo es encontrarme los boletines de diversas ONGs a las que pertenezco. ¡Pero es que me quieren amargar todavía más, ¡por qué no me dejan con mi depresión postvacacional tranquilo!
Pues no, la realidad es tozuda, la muy borde, y allí están los informes, los datos y las cifras de millones de personas que lo están pasando mal. Ni siquiera cuando estoy de vaciones descansa ni la tragedia ni la ignonimia humana. Menos mal que allá donde me desplazo tengo la suerte de viajar conmigo mismo y ello conlleva no dejar de entrenar las pocas y maltrechas neuronas, así me evito tener agujetas a la vuelta.
En uno de esos boletines, concretamente en el de Amnistía Internacional, me llamó la atención una palabra: Guantanamito.
El título daría lugar a varias bromas comparativas pero no es de broma la situación de los inmigrantes que van a parar a Nuadibú. La antigua escuela de Nuadibú, restaurada con la ayuda del gobierno español en 2006, se parece al centro de detención de Guantánamo por las duras condiciones de reclusión y por la absoluta ausencia de un marco jurídico. Las autoridades mauritanas, para cumplir con los acuerdos con la Unión Europea, y con España en particular, intentan en este centro controlar la migración irregular.
3.257 personas, según cifras oficiales, pasaron por el centro en 2007.
El testimonio de un detenido cuenta que "las puertas están cerradas siempre con llave, comemos en la cama, orinamos en un cubo que se guarda en lo que era el antiguo armario del maestro. ¿Por qué nos tratan como a presos?"
Después de unas semanas, las personas allí detenidas son expulsadas a Senegal y a Malí, con independencia de su origen. Pero ahí no acaba la historia, la mayoría vuelve a intentarlo.
Estas personas seguro que no tienen síndrome postvacacional.




3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy deacuerdo. Los inmigrantes vienes a España, a veces jugandose la vida porque creen que aquI les ira mejor. Cuando llegan se encuentran con Centros que son carceles como el que tu comentas y esto tiene un nombre MALTRATO INSTITUCIONAL.
Y voy a dar otro ejemplo:
Trabajo en Servicios Sociales, que para el que no sepa cual es nuestra labor pues le dire que fundamentalmente ayudar a las personas que tienen dificultades.
Esta semana ando cabreada y frustrada no se bien cual de las dos mas.
El caso es que me ha tocado atender a un inmigrante que solicito una prestacion economica a la que tenia derecho. Habia trabajado durante bastante tiempo, tanto como para que se le desarrollara una enfermedad profesional. Pues bien despues de 3 meses de papeleo todavia no ha conseguido aportar toda la documentacion que le requieren. Las trabas burocraticas son como una carrera de obstaculos, saltas una barrera y aparece otra. Al final agotado, mando todo al carajo y desistio.
Los que reglamentan no tienen ni idea de la realidad social y la distancia entre las necesidades y los recursos cada vez es mayor.
Yo veo cada dia personas, de carne y hueso, que tienen problemas, que sufren y aunque quiero ayudarlas, no puedo, no me dejan.
A veces pienso que esto es una estrategia de nuestros gobernantes, algo asi como un engaña bobos,de cara a la galeria tenemos recursos y tratamos bien a las personas, pero en la realidad no es asi, son tantas las trabas que muy pocos llegan a disfrutar de ese supuesto Estado de Bienestar al que como ciudanos tendriamos derecho.
Mer

Juan Carlos Ruesca Hernández dijo...

Y, además, los gobernantes supongo tendrán en cuenta la opinión generalizada de que los inmigrantes reciben ayudas que a los españoles se les niega.
Me temo que va a empeorar todavía más la situación de los más desfavorecidos.

Juan Carlos Ruesca Hernández dijo...

Y, además, los gobernantes supongo tendrán en cuenta la opinión generalizada de que los inmigrantes reciben ayudas que a los españoles se les niega.
Me temo que va a empeorar todavía más la situación de los más desfavorecidos.