jueves, 13 de enero de 2011

Lo próximo: El infierno.



Liberado de la pena que me producía pensar que los niños, fallecidos antes del bautizo católico, iban al limbo (Benedicto XVI declaró su inexistencia en 2005), Ratzinger vuelve a proporcionarme otra alegría indescriptible: el Pontífice elimina el purgatorio como concepto físico. “El purgatorio no es un elemento de las entrañas de la Tierra, no es un fuego exterior, sino interno”, afirmó en su audiencia de los miércoles.
¿Y lo que siento ahora, que aún sigo vivito, cuando disfruto de la belleza terrenal qué es sino fuego interior? ¿Estaré ya en el purgatorio?

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