martes, 1 de julio de 2008

Catar.

Informo a los seguidores de este blog que soy capaz de distinguir la añada, la variedad y la procedencia del vino con un acierto cercano al cesto por cesto.
Si no entendiera de vino y no fuese un gran catador, reduciría la información a un escueto “me gusta o no me gusta”. Y, claro, mi prestigio como entendido en vino se quemaría como el vino sobrante se quema en la destilación.
Por tanto, cuando un grupo de amigos catamos unos cuantos vinos, intento sacar toda la jerga enóloga que alojada está en mi cerebro. Venga o no a cuento les informo de aromas y sabores que tan sólo están en mi imaginación y que, no forzosamente, guardan relación con el caldo a catar.
De esta manera salvo a mi frágil ego de una muerte segura y mis voluntariosos compañeros de cata disfrutan del conocimiento de un payaenologoso.
Bonito mundo este del vino.
Cuando más tengo que esforzar mi imaginación para que mi reputación no salga maltrecha es en una cata a ciegas.
Aquí sí que las justificaciones a los errores y meteduras de boca rozan el talento de… pongamos por caso, el de Voltaire o el de Luis Aragonés.
Que una vez destapado el vino resulta que es un Dionus y tú creías era… pongamos por caso un modestito Cariñena, no cunda el pánico: - ¡Fíjate que no identificaba este marcado café y tostados con este vino! ¡Estoy contentísimo de haberlo confundido con un Cariñena! ¡Si ya lo dice el anuncio del Consejo Regulador: Cariñena, de nuevo! Y así evitas que te metan un Torres, o sea un gol.
Bueno, sufridos aficionados a este famoso documental escrito que llaman blog, os dejo con la envidia en las papilas gustativas pues voy a catar un Anayón Chardonnay 2007.
Eso sí, sólo estaré yo. Y espero concluir con un clarificador y pedagógico... “me gusta”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo no entiendo de casi nada, y menos de vino, pero sé que el vino blanco "me gusta", y puedo reconocer varios matices de olor igual en blanco, tinto o rosado, ahora sigo diciendo que no entiendo de vinos.
Salud con tu Anayon, otro día lo beberemos en cuadrilla.
Un besote

Anónimo dijo...

A mi lo de la cata me encanta. Que bien me lo paso, primero pensando los vinos a catar y como "colársela" a Carlos y a Salva por que a los demás es mas fácil. Luego teniendo a todos en la mesa con cara de expectación y con ganas de provarlos y por último viendo como disfrutan bebiendolos y como lo hago yo misma.
Entender tampoco entiendo, pero si que a fuerza de catar y catar y con las indicaciones de algún "sumiller aficionado" voy distinguiendo algunos aromas y sabores y por supuesto lo que si que distingo es lo bueno de lo malo.
Bueno, lo del Dionus si fue sorprendente,para mi es un vino único y diferente a todo lo que he probado hasta el momento. Pero reconozco que puede gustarte o no. El de Cariñena Señorio del Aguila del 2000 no desmerecía junto a otros bastante mas caros.
El mundo del vino es una "pasada" contra mas me introduzco en el mas me gusta y hay tanto por aprender, pero no hay prisa poco a poco y a seguir disfrutando.