domingo, 11 de marzo de 2012

11 - M




“He oído a la gente de los eventos fuera de la secuencia… y en verdad, no hay dolor más grande que los padres en el funeral de sus hijos”.
Esta frase pronunciada en la película “Los idus de marzo” del director George Clooney, bien podría haberse pronunciado en los funerales por las víctimas de los atentados en Madrid de 2004.
Se conoce el orden natural de las pérdidas y, aun sabiendo que morir es injusto, se acepta con más resignación si ha seguido el tiempo que dictamina nuestra condición humana –nacemos, nos reproducimos y morimos–. Y, además de este salto en el orden natural, nos impacta también la forma de desaparecer de este mundo. Surgiendo siempre la pregunta ¿por qué?
Cada día mueren decenas de miles de niños de hambre en el mundo, miles de personas fallecen en accidentes de tráfico, millones por enfermedades y miles al año por acciones terroristas. Una pérdida es una ruptura obligada.
Las personas que perdieron a un ser querido en los atentados de Madrid, perdieron a alguien irremplazable.
“Cuando el cielo se apaga en Madrid nacerá una estrella para ti”, canta el bueno de Manuel Nivela, componente del grupo El Cuarto Creciente.
Escuchen la canción y difúndanla –es gratis y hay permiso para ello–.
Cada uno lleva las ausencias como puede, la poesía y la música pueden ser una buena ayuda. Y más si se tiene la suerte de conocer al autor.

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