sábado, 30 de abril de 2011

De nuevo, otra carta del señor Abad.


La preocupación del papa por el laicismo.

Desearía tranquilizar al papa por su preocupación ante la creciente laicidad en España: es un Estado laico el que garantiza el derecho a que cada ciudadano profese la religión que desee.
En cualquier caso, como me gusta ayudar al prójimo, aun siendo ateo, me permito humildemente ofrecer unos consejos para evitar el aumento de la laicidad. Es indispensable que la Iglesia se autofinancie, con cuotas o, como en Alemania, con una cantidad de la nómina. Cada uno que se costee sus creencias. La Iglesia católica recibe del Estado más de 6.000 millones de euros al año y no tiene que rendir cuentas. Contrata y despide profesores cuyo sueldo paga el Estado, dispone de una casilla en la declaración de la renta, exenciones fiscales, donación de solares… Privilegios que serían impensables para otras religiones.
La Iglesia no debería dificultar apostatar porque no se puede obligar a nadie a ser católico.
Los casos de pederastia y abusos sexuales dentro de la Iglesia deben resolverse en los juzgados, no se pueden ocultar. Es necesario que la religión no invada el ámbito público. Ya saben, capillas en hospitales y universidades, capellanes militares, cofradías que indultan presos, corporaciones municipales, policía y ejército…
La Iglesia ha promovido manifestaciones contra el matrimonio gay. En vez de intentar quitar derechos, se acercaría más al pueblo si saliera a la calle a clamar contra la injusticia social. Aquello de ayudar a los oprimidos y a los pobres que predicaba Jesucristo y que hoy la Iglesia tiene tan olvidado.
José Abad Nicolás.
Publicada en el diario Público.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si, si, el Sr. Abad está muy prolífico ultimamente, aunque tiene la pierna mal la cabeza la tienen cada vez mas lúcida y siempre da en el clavo: la iglesia debería estar mas con los pobres y dejarse de monsergas.
Mer

Juan Carlos Ruesca Hernández dijo...

La iglesia siempre está con los pobres... pero de espíritu.