El voto rumano,
¿influyente en Aragón?
por Luis Royo 24/03/2011
Los ciudadanos
comunitarios mayores de 18 años, en situación legal y con una solicitud de
entrada en el censo acorde a los requisitos, podrán votar en estos comicios. De
todos ellos, uno de los colectivos que podría resultar determinante tras la
llamada a las urnas del 22 de mayo es la población rumana. Por encima de otras
nacionalidades, que también pueden emitir su voto, los inmigrantes procedentes
de este país de la Europa Oriental suponen un importante porcentaje en el censo
electoral de diversas localidades de la Comunidad.
En Cariñena, la
población inmigrante está conformada por un 29% del total. De ellos, en torno a
170 rumanos podrán ejercer su derecho a voto, dado que así lo han solicitado ya
en el censo electoral. En este contexto, el Partido Ibérico Rumano (PIRUM)
confirmó recientemente su intención de concurrir a las municipales como una
opción política más, aunque con un programa copado por puntos con especial
atención a la inmigración del Este.
Un gobierno en
Cariñena liderado por esta formación es, tal y como ya han reconocido ellos
mismos, poco probable. Sin embargo, el alcalde de Cariñena, Sergio Ortiz,
confiesa en declaraciones a este medio de comunicación que sí podrían influir
en la investidura del próximo primer edil, ya que “un concejal en Cariñena
cuesta unos 154 votos”. Ortiz también destaca que, al haber cinco formaciones
concurriendo a las elecciones, “no hay mayorías absolutas y es todo cuestión de
pactos, por lo que un edil puede determinar al alcalde en la votación”.
En algunos foros ya se
especula con que el PIRUM podría apoyar la candidatura del Partido Popular,
dejando así fuera del sillón presidencial al actual alcalde, de las filas del
Partido Socialista. Suceda lo que suceda, las intenciones de esta opción rumana
no han sentado bien en algunos sectores de la localidad. El propio alcalde la
califica de “oportunista” y considera que su posible cabeza de lista, Daniel
Ardelean, “no representa a la gente rumana honrada y trabajadora”.
Ortiz también pone
especial acento en las ideas que el PIRUM ha manifestado públicamente que
llevaría a cabo en caso de obtener representación. “Quieren por ejemplo que en
el colegio se hable rumano; es decir, cosas muy sectarias, que no tienen razón
de ser”, explica el alcalde.
El programa electoral
del partido rumano podría también impulsarse en Aguarón, aunque todavía no hay
nada confirmado pese a que en la localidad ya han circulado algunos rumores
sobre una posible candidatura del Este. Su alcalde, Lucio Cucalón, asegura para
DIARIO ARAGONÉS que “resulta viable que presenten una candidatura, dado que
tienen población para ello”. Sin embargo, descarta que puedan marcar la
composición del pleno del ayuntamiento, aunque reconoce que podrían sacar un
concejal si se votasen entre ellos. Su referente es lo que se sucedió en los
pasados comicios. “En las anteriores elecciones no llegaría ni a diez personas
rumanas las que ejercieron el derecho a voto y en estas se han inscrito unos
pocos más, pero tampoco para decir una barbaridad”, explica Cucalón.
Aguarón cuenta con un
10% de población censada rumana. Su alcalde conoce la realidad municipal del
pueblo perfectamente, dado que lleva al frente de su consistorio durante 24
años. Además, al igual que su homólogo en Cariñena, se muestra crítico con la
posibilidad de que presenten una candidatura. “No pienso que tengan ellos algún
interés en hacer algo que sea positivo para la localidad, que se puedan
presentar porque la legalidad les permite es una cosa y que ellos tengan nada
absolutamente nada positivo que decir es otra”, afirma Cucalón, quien también
considera que la población rumana “no puede aspirar en el pueblo a nada más,
porque si lo hacen se les tiene que restar a otros ciudadanos”. El primer edil
asegura que “ellos lo tienen todo porque nos hemos preocupado de integrarlos y
de darles absolutamente todo lo que necesitan como un ciudadano más de España”.
Tampoco el PIRUM ha
confirmado las intenciones que sí expuso públicamente de presentarse en otros
municipios aragoneses: Calatayud, Pomer y Ricla. En este último han circulado
varios rumores sobre la posibilidad de que uno de sus rumanos residentes, un
antiguo cura, presente su propia candidatura. “Es una persona muy variopinta
que no es un ejemplo de la mayoría de los inmigrantes, sobre todo de la gente
que está integrada, y probablemente no es el paradigma de un candidato normal
de cualquier sitio, inmigrante o no”, afirma el teniente de Alcalde de
Urbanismo de Ricla, Imanol Arteaga.
El consistorio no
tiene conocimiento de que el Partido Ibérico Rumano finalmente se incline a
presentar una candidatura en el municipio. No obstante, Ricla es una de los
localidades con mayor porcentaje de población empadronada extranjera sobre
población total. En concreto, son ya más de 43% las personas procedentes de
fuera de España en situación legal. De ellos, unos 200 estarán en condiciones
de votar.
Sin embargo, Arteaga
no cree que puedan determinar la realidad municipal por falta de voluntad a la
hora de participar en política. “La gente que verdaderamente está integrada
procura evitar tener problemas porque con todo lo que han logrado en
integración prefieren mantenerse al margen de los líos que puede conllevar la
política”, indica el concejal. Bajo su punto de vista, todavía falta tiempo
para que realmente se involucren en los partidos ya que “todavía hay gente que
no entiende muy bien el funcionamiento”. Arteaga confiesa que algún compañero
inmigrante de trabajo “se extraña de que un teniente de alcalde como yo
trabaje, por el tipo de democracia que tienen en el Este”.
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